Te explicamos el porqué Gokú APESTA en Dragon Ball Super

Vaya polémica que se ha desatado por el último episodio Dragon Ball Super. Si eres un verdadero fan de la serie, seguramente ya debes de estar enterado de lo decepcionante que ha sido -para muchos- el ver la paupérrima calidad de animación y ese extraño ensañamiento con el diseño de Gokú en el capítulo número 5.

¿Puede haber alguna explicación para esto?

Son casi 20 años los que separan el final de Dragon Ball Z con esta nueva secuela de Dragon Ball Super, cualquiera pensaría que con la ayuda de la tecnología, de computadoras ultra veloces y el constante crecimiento de la industria de la animación en Japón, la calidad mejoraría, pero lamentablemente no es así. ¿Cómo es que se manejan las producciones de anime en los tiempos actuales?

La industria de la animación en Japón

La situación actual de la industria de animación es difícil. Si bien se ha conseguido mantener el interés por los nuevos animes, son muchas las casas animadoras (Toei, cof, cof…) que han apostado por hacer renacer a sus viejas leyendas, y en otros casos, tratar de no soltarse de aquellos animes/mangas que no consiguen ver un final definitivo y que optan por seguir alargando las historias con gaidens o secuelas forzadas.

Para poder cubrir la demanda de lanzar en corto tiempo producción tras producción y mantener el ritmo de las anteriores, las ofertas de contratar y tercerizar la animación han ido en aumento.
Son varias las pequeñas empresas que se han instalado en Japón, las que se encargan de realizar en tiempo récord las secuencias que contrata el cliente. Es decir, que en un solo capítulo podríamos estar viendo el trabajo de más de una empresa de animación. De allí, lo irregular de algunas escenas.

Dragon Ball Super no es el único caso, también tenemos a Sailor Moon Crystal y Saint Seiya Soul of Gold

Las condiciones laborales son muy duras, el ambiente de trabajo es bastante difícil de manejar. Para que un animador pueda vivir de su profesión, tienen que trabajar en varias producciones al mismo tiempo, laborando en varios estudios simultáneamente. Y a la vez, trabajar rápido y al apuro para poder cumplir con los tiempos establecidos por el cliente.

Lamentablemente, no hay suficientes animadores que tengan la habilidad para poder supervisar los proyectos que abarcan esas pequeñas empresas de animación, y menos, la experiencia para poder enseñar a los animadores más jóvenes a realizar un trabajo con más calidad. Los casas animadoras terminan contratando a pequeños estudios repletos de personal amateur y que ve este trabajo como un hobby y no de forma profesional.

“Todo tiempo pasado fue mejor”, y Gokú lo sabe muy bien.

Como verán, el estado y la situación actual de la industria de animación japonesa es grave, pero si mejoraran las condiciones laborales de los trabajadores, muy seguramente mejoraría la calidad del anime. Dragon Ball no escapa de sufrir esta situación, y por ser una serie de culto, ha tenido el rebote en las redes sociales. Si no, vean a que nos referimos con que Gokú APESTA en Dragon Ball Super.