Como vimos en la primera visión del capítulo esté contiene grandes momentos de acción y de humor, así como también de mezcla entre estos dos elementos. En primer lugar tenemos que marcar que es el primero de tres capítulos que mostraran la batalla decisiva entre Goku y Bills, la gran batalla de los Dioses. Como pudimos ver los guerreros Z no sienten el ki de Goku ya que los mortales, sean de la raza que sean no pueden sentir la energía y el poder de los Dioses. Sin embargo Wiss si puede sentirlo, aunque afirma que no sabe si es como el ki de los Dioses de la destrucción o como el de los Kaio Shin. Por otro lado en el planeta de Kaiosama hay una discusión entre este y los supremos Kaiosama ya que estos al ser Dioses de la creación están preocupados por un posible desequilibrio del universo. Algo que podría darse si Bills destruye la Tierra y con ella algunos planetas más.
Las escenas de humor no solo vienen de Goku y Bills sino también de Wiss comiendo con la banda de Pilaf alegremente y hasta de Vegeta impidiendo que Bulma le grite cosas a Goku ofendiendo a Bills. Un momento clave del capítulo es cuando Vegeta sonríe al ver que Goku finalmente puede controlar el poder del super saiyajin Dios, esa sonrisa vale más que mil palabras.
Por el lado de la animación vemos que ha mejorado bastante en relación a anteriores capítulos, eso teniendo en cuenta que era un episodio algo complicado con varios efectos especiales como poderes y ataques, varias secuencias de pelea y demás. El capítulo quedo bastante bien logrado y esperemos que la audiencia responda en este sentido con un buen rating.
Goku no puede controlar su cuerpo y el poder del super saiyajin Dios, sin embargo poco a poco va tomando ritmo y sobre el final del capítulo puede hasta golpear duramente a Bills. Toda la pelea entre ambos tiene gran contenido de humor, incluso Goku llega a vengarse de el al proporcionarle un golpe similar al que recibió en el planeta de Kaiosama cuando fue vencido fácilmente por el Dios de la destrucción. En esos momentos Bills le plantea que hay que dejarse de jugar y pelear de verdad, que cada uno de ellos ponga lo mejor de sí y muestren su verdadero poder, para dar inicio a la batalla de los Dioses.